Te busco

La noche está estrellada, y a mí no me importa. Los autos pasan por la carretera dejando un haz de luz que corta la noche, y yo ni siquiera me inmuto ante tan curiosa visión. Es porque te busco, porque siempre te he buscado.
Te busco incluso sentada en la sala de mi casa, cuando no hay nadie. Te busco en el aire, creyendo estúpidamente que respiras en algún lugar bajo el mismo cielo que yo, y que por eso, compartimos algo.
Te busco en la calle, donde la masa no tiene rostro. A veces, te busco en las canciones, en todas ellas, no importa si no hablan de amor; sólo por el afán de buscarte en cada sonido y en cada palabra, en cada letra conjugada con otra en los libros, en cada color, olor, textura que me ofrecen los sentidos...
Tanto te he buscado, que nada me inmuta.
Te busqué tanto en la sonrisa de la gente, que olvidé sonreir.
Me inmiscuí tanto en el dolor, que ya nada me duele.
Tanto te he buscado, que a veces se me olvida que te busco, es más, despierto sin haberme dormido, sentada en una banca de plaza, y me acuerdo que debo seguir buscándote, y luego entiendo que te estaba buscando de nuevo en mi cabeza, donde ya revisé tantas veces. O sea, a cada segundo te busco.
No recuerdo cuándo empecé a buscarte, ni para qué, pero si ahora me lo planteo, creo que ahora te busco para que me devuelvas lo que he perdido buscándote, ya que hasta en esta explicación trato de encontrarte.
¿Dónde estás?
¿Cuándo estás?
Quizás no estás ahora, estabas ayer. O estarás mañana, y yo no lo sé. Espero que estés alguna vez al mismo tiempo que yo, porque no estoy segura si estuve ayer, menos si estaré mañana.
Ojalá nos crucemos en algún punto donde el espacio y el tiempo nos ayuden. Quizás estás aquí, pero no ahora. ¿No es curioso?
En este escrito te busco, pero creo que no te encontré. Ojalá también me busques, así te devolveré todo lo que perdiste tratando de hallarme; te lo prometo de antemano. Quizás los dos perdimos todo lo nuestro buscándonos, pero al estar juntos nos devolveremos lo que ganamos y no nos pertenece. Eso espero, eso espero...
Definitivamente, en este escrito no te encontré, así que dejaré de escribir. Le pondré puntos suspensivos, por si acaso en el punto final no apareces...