Dulce Locura

Pegada la cara al vidrio, ojos cerrados, ceño fruncido en la concentración...
Que llueva...que llueva por favor...

¿Has necesitado que llueva alguna vez? Yo no recuerdo haberlo sentido. Pero ahora, sentada haciendo como que leía una vieja novela con los ojos pegados en la pared de mi pequeño metro cuadrado, pensé que sería agradable sentir el aire liviano de los días lluviosos...
Quiero respirar, correr, reirme y rodar por el pasto de algún bonito lugar. Caer en tus brazos delgados pero firmes, y cerrar los ojos sintiendo que el piso se desvanece. Quiero llorar de emoción al ver unos ancianos de la mano en la calle, una madre con su hijo, un borracho durmiendo en la esquina mientras un joven lo levanta, un niño que pide ayuda para alcanzar el estante donde están sus dulces preferidos...
Cada cosa se embellece, y todo está girando, en un kaleidoscopio con todos los colores del universo...

¿Has necesitado escuchar una canción? Necesito en estos momentos escuchar voces cantando en mi idioma. ¿Español? Sí. Pero más allá de eso, necesito que canten en el idioma estúpido y mágico ese, que todos conocen, pero del que oficialmente me apropié desde hoy. Por cierto, te lo enseñaré mañana cuando te vea. Será un secreto, tienes que prometerlo.

En este estado de éxtasis, sin control, donde las emociones se mezclan, donde una sonrisa viene acompañada de lágrimas, y cada nota musical, cada aroma y cada imagen me cubren, envuelven y arrastran a ese lugar que pensé que no existía... en este estado ruego por primera vez vivir un día más, para verte.

¿Has pedido alguna vez vivir un día más? Incluso sin ninguna amenaza a tu persona, de vez en cuando ¿te has parado a pedir más vida?... ojalá que lo hayas hecho ¿qué haría yo si no lo solicitaras?... por si acaso, pediré por ti también. Así mañana me levantaré con tu imagen pegada en las pupilas, y cuando te vea exhalaré un suspirillo aliviado. Quizás con tu risita me preguntes qué me pasa, y yo, algo sonrojada, te diré que nada. Después de eso, por favor no me creas. Por favor, pregúntame más. Te juro que soltaré toda mi verdad.
El kaleidoscopio volverá a girar, siempre que me tengas de la mano como esa vez...


Ahora alguien me interrumpió, y quedé con las ideas en el aire. El mundo me llama a ser real de nuevo, pero... sé que estás por ahí pensando quizás en mí en estos momentos, en otra parte, haciendo las veces de oasis en una vida árida...
Algún día no muy lejano, leerás esto, y lo entenderás perfectamente. O quizás no, pero sabrás que era para ti.